Falda Lápiz o Falda De Tubo
Parece ser que fue Christian Dior en 1940 quien introdujo esta variedad de falda muy acertadamente a pesar de tener que competir con las faldas de vuelo de la época.
Ha llovido desde entonces y desde luego podemos decir que ¡qué gran visionario! ¡qué gran acierto! Otra prenda que no muere con el tiempo sino que más bien aguanta, con la gran elegancia que le caracteriza, todos aquellos cambios o versiones que le quieran hacer.
Es una prenda que quizá colgada en una percha no llame mucho la atención por la sencillez de sus líneas y su corte pero, precisamente eso es lo que hace que se trate de una prenda poco exigente en sí misma con la persona que se la quiera poner. Y que sin embargo, una vez en movimiento es única arrebatando miradas y es que sabe resaltar como ninguna otra las curvas de la mujer.
Tener una falda de tubo es tener un plus en nuestros armarios ¿por qué?, porque se amolda a nuestros caprichos, a nuestras necesidades. Si tenemos que estar elegantes, es un acierto. Si queremos ir informales, también. No nos pone condiciones ni normas a la hora de llevarla aunque yo sí me atrevería a decir que en cada outfit que llevamos siempre hay una prenda que es protagonista sobre el resto y que donde esté esta falda, no le restéis protagonismo (o no la recarguéis) con una mala elección en el resto.
Siempre está ahí en mayor o menor medida, pero sin duda este es su año, las hemos visto estampadas, de encaje, lisas, con tachas, de cuero...¡me emociono! Sólo puedo decir: ¡larga vida a la falda de tubo! ;D
Ya sabéis: La clave está en disfrutar.
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